Cerca de 300 habitantes de comunidades indígenas del sur de Colombia bloquearon este miércoles el paso en el puente internacional Rumichaca, que une a ese país con Ecuador, como medida de presión para exigir una solución al derribo de dos puentes comunales fronterizos por parte del Ejército ecuatoriano.
Los manifestantes se concentraron de manera pacífica en el lado colombiano del puente, mientras que en Ecuador un grupo de militares resguardaban la frontera.
Los viajeros, por su parte, intentaron durante toda la mañana buscar alternativas para cruzar de un lado a otro.
Las comunidades del departamento colombiano de Nariño aseguran que la medida se mantendrá hasta que reciban soluciones concretas de las autoridades, que del lado ecuatoriano han asegurado que los pasos, que estaban ubicados en las zonas de El Ojal y Puente Pano, en la provincia norteña de Carchi, eran utilizados presuntamente por grupos criminales.
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Quienes han llegado hasta el puente Rumichaca son integrantes de 31 organizaciones indígenas, entre las que están la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Awá del resguardo de Ricaurte; cabildos de Mayasquer, Carlosama y Catambuco; Mesa Regional Permanente de Concertación Pastos y Quillacingas, y resguardo indígena Mallama.
Una de ellas es Aura Quilisma, del resguardo indígena de Mayasquer, quien señaló que la destrucción de los puentes está causando graves afectaciones a las comunidades trasfronterizas ya que argumentó que estos pasos eran utilizados para el comercio, pero también para trasladarse a centros de salud y escuelas a ambos lados de la frontera.
«Nosotros no hemos hecho ninguna ofensa (…) Hemos trabajado limpiamente y tenemos nuestros productos propios. Lo que queremos es que nos ayuden, que nos dejen la vía libre y nosotros como sea construimos (otro paso)», señaló la manifestante, quien agregó que en su comunidad «nadie trafica nada».
Jaime Nazate, del resguardo indígena Carlosama, señaló que la medida tomada por el Ejército ecuatoriano no fue consultada con las comunidades y calificó de «atropello» lo que «han hecho con los caminos ancestrales que tenemos por milenios en la frontera».
Pueblos fronterizos
Enrique González, gobernador del resguardo Mayasquer, dijo que decidieron tomarse el principal paso fronterizo entre Colombia y Ecuador para que las autoridades puedan palpar las afectaciones que la ruptura de un puente puede representar a las comunidades a las que une.
Coincidió en que el principal problema que esto les genera es económico, pero indicó que a eso se suma la «conectividad espiritual y cultural» que tienen las poblaciones indígenas de ambos lados de la frontera.
«Nosotros somos pueblos transfronterizos. De lado y lado tenemos nuestras parcelas, nuestros familiares, nuestros sitios sagrados. Todo está conectado, está vinculado. Estas afectaciones son trascendentales», señaló.
González afirmó que lo que piden es que se reconstruya la infraestructura que los militares derrumbaron y que posteriormente se formalicen esos pasos, de los que existen decenas a lo largo de toda la frontera entre Ecuador y Colombia de forma irregular, sin control de entradas ni salidas por parte de autoridad migratoria alguna.
«Para nosotros como pueblos originarios el territorio siempre ha sido nuestro, no somos ilegales. En nuestro propio territorio no nos pueden llamar ilegales«, mencionó, y añadió que esperan que las autoridades de Defensa, Interior y Relaciones Exteriores de ambos países se sienten a conversar con ellos para llegar a una solución.
Militares argumentan «actividades ilegales»
El coronel Jorge Tello, comandante de la Brigada de Infantería 31 de Ecuador, que realiza el control en la frontera norte, explicó que la inhabilitación de esos pasos fronterizos, realizada el pasado 20 de febrero, se llevó a cabo tras reportes de inteligencia militar que alertaban de un «incremento bastante significativo de las actividades ilegales» en esos sectores.
«(Actividades) especialmente relacionadas a las extorsiones, también al tráfico de sustancias sujetas a fiscalización, de armas, municiones y explosivos, y también a la minería ilegal», detalló.
Tello dijo que la destrucción de estos dos pasos fronterizos, de unos diez que hay en la zona, permite al personal militar «mejorar las operaciones de vigilancia y control».
El jefe militar mencionó que esta clase de operaciones siempre son informadas al alto mando de las Fuerzas Armadas y al Ministerio de Defensa, quienes son los que se encargan de hacer las coordinaciones correspondientes con Colombia.
Añadió que los operativos en la frontera continuarán y que han mantenido conversaciones con las comunidades que están del lado del territorio ecuatoriano.
FUENTE: ECUAVISA