Guayaquil vivió un nuevo episodio de violencia la mañana de este martes 15 de octubre. Una masacre fue perpetrada en el sector de Flor de Bastión, al noroeste de la ciudad, dentro del distrito Nueva Prosperina, uno de los más violentos de la urbe.

Según información preliminar, alrededor de las 07h30, varios sujetos armados llegaron en moto y abrieron fuego contra un grupo de personas que conversaban en la calle. El ataque dejó un saldo de cuatro fallecidos y seis heridos.

Entre las víctimas mortales se encuentra un adolescente de 15 años, mientras que los heridos fueron trasladados a diversas casas de salud en Guayaquil, incluyendo Monte Sinaí y el Hospital Universitario.

Este sector ya había sido escenario de violencia a finales de agosto pasado, cuando se registraron múltiples tiroteos que impactaron a al menos cinco personas, resultando en la muerte de una de ellas y varios heridos.

Los ataques, perpetrados aparentemente por sujetos a bordo de motocicletas en vías públicas, fueron captados por cámaras de vigilancia y ciudadanos que presenciaron los hechos desde sus ventanas. En las grabaciones, se captó a personas corriendo atemorizadas al escuchar las detonaciones.

Lucha contra el crimen organizado

Este martes, el comandante de la Policía Nacional, Víctor Zárate, informó sobre los esfuerzos de la institución en la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado en Ecuador.

Según Zárate, en lo que va del año, 95 personas han sido abatidas o neutralizadas mediante el uso legítimo de la fuerza, como parte de los operativos realizados por la Policía. «Detrás de cada cifra exige un esfuerzo innumerable de tantos servidores policiales y de su valentía. La Policía privilegia la vida de los ciudadanos de bien, continuaremos trabajando por la seguridad», subrayó.

En medio de estos esfuerzos, Ecuador enfrenta una grave crisis de violencia, habiéndose convertido en 2023 en el país con la mayor tasa de homicidios per cápita en Latinoamérica. Con 47,2 homicidios por cada 100.000 habitantes, la tasa es ocho veces mayor respecto a 2016, un aumento atribuido al crecimiento de la violencia vinculada a los grupos criminales, principalmente dedicados al narcotráfico.

Zárate destacó que, en el distrito de Guayaquil, que también incluye Durán y Samborondón, se ha logrado una reducción de 327 muertes violentas. A su vez, señaló las bajas en homicidios intencionales en otras provincias: Manabí con 69, Los Ríos con 92, Esmeraldas con 164 y El Oro con 90. «Todos los esfuerzos de la Policía han estado focalizados en territorios conflictivos», agregó.

La provincia del Guayas es una de las seis en las que el presidente Daniel Noboa volvió a declarar, la semana pasada, un nuevo estado de excepción para combatir los niveles de inseguridad.

El comandante mencionó que, frente a la dinámica cambiante de las organizaciones delictivas, la Policía se ve obligada a replantear constantemente sus estrategias para enfrentar la delincuencia, con un enfoque en garantizar la seguridad ciudadana.

FUENTE: VISTAZO

Por fausto

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