Los restos del Papa Francisco llegaron a la basílica de San Pedro, donde permanecerán durante tres días en capilla ardiente desde este miércoles para que miles de fieles puedan darle un último adiós al primer pontífice latinoamericano.

El ataúd con los restos mortales de Jorge Mario Bergoglio se instaló, abierto, con su inseparable rosario entre las manos y casulla roja.

El papa venido «del fin del mundo», elegido en 2013, inicia así su último viaje que concluirá el sábado con su entierro en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, el primero de un pontífice fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.

Para darle su último adiós, centenares de fieles esperaban desde primera hora de la mañana en la plaza de San Pedro, donde el domingo se dio un último baño de multitudes a bordo de su papamóvil.

Su féretro fue trasladado a hombros en la mañana en procesión desde la residencia de Santa Marta, donde falleció el lunes a los 88 años, hasta San Pedro.

Al ritmo de plegarias y repique de campanas en un soleado día de primavera, el cortejo fúnebre estuvo acompañado de cardenales y guardias suizos. Y cuando atravesó la plaza, los fieles presentes rompieron en aplausos.

SEGURIDAD EN EL VATICANO

Roma se prepara para acoger a decenas de miles de católicos en los próximos días.

Ante la marea humana prevista, las autoridades desplegaron este miércoles varias medidas: barreras metálicas para canalizar la llegada de visitantes, distribución de botellas de agua y un refuerzo de los controles de seguridad, entre otras.

Para acceder a la basílica de San Pedro, los fieles deben pasar por controles de seguridad similares a los de los aeropuertos, colocando sus pertenencias en escáneres de rayos X y atravesando detectores de metales.

Grupos de policías uniformados montan guardia en las distintas entradas vigilando las tranquilas colas, y algunos patrullan también por las calles que conducen a la basílica.

REUNIÓN DE CARDENALES

El deceso del nativo del barrio porteño de Flores, que nunca pudo regresar a su país natal como pontífice, también activó la cuenta atrás para escoger a su sucesor en la sede de San Pedro.

El cónclave, todavía sin fecha, para elegir al nuevo sumo pontífice debe celebrarse en un plazo de entre 15 y 20 días desde su muerte. Más de dos tercios de los 135 cardenales electores fueron nombrados por el difunto Papa.

Unos 60 purpurados presentes ya en Roma participaron el martes en una primera «congregación general» para elegir la fecha del funeral y otra nueva reunión, con el camarlengo Kevin Farrell al frente, está prevista este miércoles por la tarde.

FUENTE: VISTAZO

Por fausto

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