La detención del hijo de la vicepresidenta de la República, Verónica Abadagrava aún más su relación con el presidente Daniel Noboa, basada en desencuentros y desaires.

Estos empezaron antes de que ganen las elecciones; Abad fue enviada a hacer campaña electoral fuera del país. Tras el triunfo, fue evidente la incomodidad del Primer Mandatario en los actos protocolarios de posesión. Ella no celebró en Carondelet, sino en el Mercado de Iñaquito.

Acto seguido, Noboa limitó las funciones de Verónica Abad. En sus primeros días de gobierno, la designó Embajadora Plenipotenciaria ante Israel, ordenó la reestructuración de la Vicepresidencia y la eliminación del personal de seguridad.

Con los días, y ante declaraciones de la Vicepresidenta en las que se atribuyó un acuerdo de empleos para ecuatorianos en Israel, la Cancillería le pidió no hablar sin autorización.

¿Qué pasará con Verónica Abad?

Verónica Abad no es responsable directa del presunto delito de su hijo. Y según la constitucionalista Pamela Aguirre, ese hecho no configura una causal para un juicio político con el que podrían destituirla.

«Hay un escándalo en el que de por medio pueda estar la integridad de la Vicepresidenta. Esto puede generar una crisis política que la obligue a renunciar. Pero no porque exista una forma jurídica de que ella renuncie», explicó Pamela Aguirre.

Todo dependerá de lo que se descubra en la investigación, dice el constitucionalista Gonzalo Muñoz.

«La Asamblea Nacional tendría que analizar, viendo los elementos, las evidencias, un posible delito político por enriquecimiento ilícito de la Vicepresidenta de la República», dijo el especialista.

Más allá de que el cargo de la vicepresidenta pueda estar en riesgo, lo que sí está claro es que el delito de su hijo, de ser probado, la pone gravemente en apuros.

FUENTE: ECUAVISA

Por fausto

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *