La tecnología hace que muchas tareas en la vida diaria sean mucho más fáciles, pero también ha abierto puertas a nuevos tipos de amenazas. Una de las más peligrosas y difíciles de detectar es el keylogging. Esta técnica, utilizada por ciberdelincuentes, permite registrar cada tecla que presionas en tu teclado, robando así tus contraseñas y otra información confidencial.
¿Cómo funciona el keylogging?
Los keyloggers pueden ser de dos tipos:Hardware: Dispositivos físicos que se conectan entre el teclado y el ordenador para interceptar las pulsaciones.Software: Programas maliciosos que se instalan en tu dispositivo y registran tus actividades en segundo plano.
Una vez instalado, el keylogger envía la información recopilada a un servidor controlado por el ciberdelincuente.
¿Cómo te pueden infectar con un keylogger?
Phishing: A través de correos electrónicos fraudulentos que te inducen a descargar archivos adjuntos maliciosos o hacer clic en enlaces peligrosos.Redes Wi-Fi públicas: Al conectarte a redes Wi-Fi no seguras, los ciberdelincuentes pueden interceptar tu tráfico de red y robar tus datos.Software pirata: La descarga de software pirata a menudo incluye keyloggers y otros tipos de malware.Aplicaciones móviles: Algunas aplicaciones móviles pueden contener keyloggers, por lo que es importante descargarlas solo de tiendas oficiales y revisar los permisos que solicitan.
¿Qué consecuencias puede tener el keylogging?
Robo de identidad: Los ciberdelincuentes pueden utilizar tu información para realizar compras fraudulentas, solicitar préstamos a tu nombre o hacerse pasar por ti en línea.Pérdida de dinero: Si tus cuentas bancarias son comprometidas, puedes perder todos tus ahorros.Daño a tu reputación: La información robada puede ser utilizada para difundir rumores falsos o perjudicar tu imagen pública.
Recuerda desconfiar de sitios o aplicaciones piratas que pueden solicitar tus datos porque podría desencadenar en graves daños a tu economía y/o integridad personal.
FUENTE: ECUAVISA