Ecuador deportó a un ciudadano colombiano presuntamente vinculado a uno de los grupos delictivos contra los que el jefe de Estado, Daniel Noboa, declaró el conflicto armado interno en enero pasado, tras lo cual pasó a llamarlos «terroristas».
En su cuenta de la red social X, el Ministerio del Interior informó este miércoles de que en la ciudad de Huaquillas, en la provincia de El Oro, fronteriza con Perú, la Unidad Nacional de Migración, junto a Policía, detuvo a alias ‘El Puma’, «prófugo colombiano con vínculos directos con el grupo delictivo ‘Los Lobos'».
El detenido poseía una orden de captura por delito de hurto calificado y agravado. Él estaría implicado en tráfico internacional e interno de sustancias sujetas a fiscalización, armas de fuego y delitos conexos como: secuestro, extorsión, asalto y robo a mano armada.
La Policía Nacional añadió que se efectuó el proceso de deportación de acuerdo a la normativa ecuatoriana vigente, «al ser considerado amenaza a la seguridad nacional; además de ser considerado objetivo de alto valor en Colombia«.
El auge del crimen organizado en Ecuador convirtió a este país suramericano en el más violento de la región en 2023, cuando alcanzó una tasa de 47,2 asesinatos por cada 100.000 habitantes, según las autoridades, que atribuyen esa extrema violencia a grupos de delincuencia organizada dedicados especialmente al narcotráfico, aunque también a la minería ilegal.
Ante la galopante crisis de inseguridad desatada inicios de este año, el presidente Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de «conflicto armado interno», con lo que pasó a catalogar a estas bandas como «terroristas» y «actores beligerantes no estatales».
También a comienzos de 2024 decretó un estado de excepción con el que militarizó las cárceles, consideradas también foco de la violencia armada en el país.
De acuerdo al Gobierno, esas medidas han permitido bajar en un 17 por ciento el índice de muertes violentas en lo que va de 2024, respecto al año anterior, aunque siguen siendo recurrentes los episodios de violencia criminal, y no han cesado otro tipo de delitos como secuestros y extorsiones.
FUENTE: ECUAVISA