Las Fuerzas Armadas de Ecuador recibieron este lunes de manos del presidente del país, Daniel Noboa, un lote de 31.000 cascos y 30.000 chalecos antibalas, con el objetivo de «fortalecer los operativos en contra del crimen organizado».
Lo hizo en el Fuerte Militar Héroes de Chacras, en la ciudad de Machala, capital de la sureña provincia costera de El Oro, hasta donde llegó en la tarde del domingo para encabezar una reunión con el Bloque de Seguridad, integrado por la Policía, las Fuerzas Armadas y los ministerios de Interior y Defensa, después de que el sábado fuera asesinado Eber Ponce, alcalde de Arenillas, municipio fronterizo con Perú.
Por ese crimen, Noboa anunció que se reintegraba anticipadamente el domingo a sus funciones como presidente, después de que había decidido tomar tres días de licencia para hacer campaña de cara a las elecciones del 9 de febrero, en las que busca la reelección.
Durante ese tiempo, la Presidencia estuvo en manos de la secretaria de Administración, Cynthia Gellibert, a quien Noboa nombró como vicepresidenta temporal en reemplazo de la titular, Verónica Abad, con quien mantiene un enfrentamiento desde que llegó al poder.
Hasta el momento, el Gobierno no ha dado detalles sobre la reunión del Bloque de Seguridad ni tampoco sobre si se tomó en ella alguna decisión relacionada al crimen de Ponce o a la seguridad de la provincia.
En el evento de entrega del equipamiento militar, el presidente Noboa dijo que las fuerzas de seguridad están incautando «enormes cargamentos de droga» y deteniendo «a los cabecillas» de las bandas «terroristas» en todo el país. Resaltó, además, que «a diario incautan armas y explosivos».
De esta forma, los cascos y chalecos «fortalecerán los operativos» y «les darán mayor protección para derrotar a los enemigos», señaló Noboa.
Lea también | Caso Las Malvinas: ‘No tiene perdón de Dios lo que hicieron con nuestros hijos’
El auge de la violencia criminal convirtió a Ecuador en el país con la tasa más alta de homicidios de Latinoamérica en 2023, con un índice de 47 por cada 100.000 habitantes.
Desde inicios de 2024, Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de «conflicto armado interno», con lo que pasó a catalogar a las bandas de delincuencia organizada como grupos terroristas y emitió una serie de estados de excepción con acciones como la militarización de las cárceles controladas por las estructuras criminales.
FUENTE: VISTAZO