Estados Unidos arrestó a 538 migrantes ilegales y deportó a cientos en lo que la Casa Blanca presentó como «la mayor operación de deportación de la historia», realizada pocos días después de la investidura de Donald Trump.
El presidente republicano prometió actuar contra la migración irregular durante su campaña y nada más comenzar su segundo mandato el lunes declaró el estado de emergencia nacional en la frontera con México y firmó una salva de decretos migratorios.
«La mayor operación masiva de deportación en la historia está en marcha. Promesas cumplidas», declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en la red social X.
Dos aviones militares, uno con 79 personas (31 mujeres y 48 hombres) y otro con un número indeterminado de ellas, llegaron este viernes a Guatemala, según las autoridades del país centroamericano, que no precisaron si forman parte de una operación de Trump o de una programada antes.
Trump envía «un mensaje fuerte y claro al mundo entero: si entras ilegalmente en Estados Unidos, enfrentarás consecuencias serias», añadió la portavoz de la Casa Blanca.
«Estos son asesinos (…) son los primeros que sacaremos», dijo Trump este viernes a su llegada a Asheville, en Carolina del Norte (este), en su primer desplazamiento desde la investidura.
«Se aterroriza» a la población»
El jueves, el alcalde de la ciudad de Newark, en Nueva Jersey, el demócrata Ras Baraka, informó que agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) «allanaron un establecimiento (…) deteniendo residentes indocumentados y también a ciudadanos, sin presentar una orden judicial».
Uno de los detenidos es un veterano del ejército estadounidense, dijo, y lo calificó de «acto atroz y una violación flagrante» de la Constitución de Estados Unidos.
«Newark no se quedará de brazos cruzados mientras se aterroriza ilegalmente a la población», advirtió Baraka.
El presidente Trump, fiel a sus promesas de campaña, emitió una serie de decretos en su primer día en el cargo, desde restablecer su programa «Quédate en México», implementado en su primer mandato (2017-2021) y por el que los migrantes esperan el desenlace del proceso migratorio del otro lado de la frontera, o seguir construyendo el muro fronterizo.
Suspendió hasta nuevo aviso todas las llegadas a Estados Unidos de refugiados que solicitaron asilo, incluidos aquellos a quienes se les concedió, y puso fin a las vías legales introducidas por Biden para solicitar asilo, como la aplicación de teléfono móvil CBP One, o el programa para migrantes de Nicaragua, Venezuela, Cuba y Haití.
Incluso desafió la ciudadanía por derecho de nacimiento a través de un decreto presidencial suspendido temporalmente por un juez federal.
Esta semana el Congreso dio luz verde a una ley que exige detener a migrantes en situación irregular acusados de algunos delitos, incluidos el hurto y el robo.
FUENTE: ECUAVISA