La Fiscalía procesa por terrorismo a ocho presos y dos guardias carcelarios por su presunta implicación en la detonación de tres granadas dentro de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande, poblada y peligrosa de Ecuador, en Guayaquil, que dejaron once heridos, entre ellos nueve reclusos, un militar y un guardia.

Los hechos ocurrieron el pasado martes y tanto los ocho presos como los dos funcionarios de prisiones fueron detenidos para ser interrogados en el Cuartel Modelo, de la ciudad de Guayaquil, según detalló el Ministerio Público.

Según el parte policial, el ataque se originó en el pabellón 3, desde donde se habrían lanzado granadas hacia el pabellón transitorio, que albergaba a diez reclusos sobrevivientes de la masacre del 12 de noviembre pasado, en la que murieron diecisiete reos y otros quince quedaron heridos.

De acuerdo con las versiones recabadas, los atacantes serían integrantes de la banda criminal ‘Los Duendes’, que opera dentro del recinto carcelario.

Este episodio tuvo una continuación el jueves con nuevos incidentes en la misma Penitenciaría del Litoral que dejaron, según fuentes policiales citadas por medios locales, un muerto y siete heridos.

Sin embargo, veinticuatro horas después de los hechos, todavía no ha habido comunicación oficial de estos nuevos incidentes por parte del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la institución del Estado encargada del control y administración de las cárceles ecuatorianas.

Las cárceles de Ecuador están bajo control de los militares desde enero pasado cuando el presidente, Daniel Noboa, declaró el «conflicto armado interno» contra los grupos criminales, a los que pasó a llamar «terroristas» y a los que se atribuyen las masacres ocurridas en las cárceles en los últimos años.

Con unos 6.000 reos en su interior, la Penitenciaría del Litoral es la cárcel más grande del complejo carcelario de Guayaquil, un conjunto de cinco prisiones donde están recluidos alrededor de 12.000 presos.

Ese espacio ha sido en años anteriores el escenario de las peores masacres entre reos registradas dentro de la ola de violencia criminal en la que se encuentra Ecuador desde finales de 2020.

Entre 2021 y 2023 fueron asesinados más de 500 presos en las cárceles ecuatorianas, la mayoría en una serie de matanzas por enfrentamientos entre bandas criminales rivales.

El último de estos episodios se dio el 12 de noviembre en la misma Penitenciaría del Litoral, con el saldo de 17 muertos y 15 heridos. Otra matanza similar dejó 31 muertos en tres días en 2023 en el mismo recinto carcelario.

Ecuador atraviesa por una crisis de inseguridad que lo ha ubicado como el país latinoamericano con la tasa más alta de homicidios, al registrar 47,2 por cada 100.000 habitantes en 2023, ocho veces más que en 2016, lo que se atribuye el auge del crimen organizado, dedicado principalmente al narcotráfico, las extorsiones y la minería ilegal.

FUENTE: VISTAZO

Por fausto

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